¡Cuántas nanas ha cantado el viento!
¡Cuántas cunas azules ha mecido el agua!
Para que tu nacieras, hijo,
he convocado una pequeña comunión de entrañas.
Por mis sinuosos adeenes,
sin macho que viniera a completarlos,
me hice diosa, no, ¡más!
me hice diosa de Diós
y sin ayuda.
Te parí para que resucitaras.
1 comentari:
Preciós! Un petó, BLN.
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