Mi María

Para ti María que ya tienes 30 años y parece que fue ayer cuando sentí lo que escribo en mi poema....

Aquel ochenta y seis en que naciste

fue un año especial en nuestras vidas.

Llegaba sangre nueva y renovaba

la ilusión y la fuerza en la familia.

Nos cambiaste la vida a casi todos,

unos se hicieron padres primerizos,

otros abuelos radiantes y orgullosos

y tíos felices, nosotros, como locos.

De golpe fue como si fuera adulta,

con mis adolescentes veinticuatro,

aquella cosa tan tierna y pequeñita

dormía entre mis brazos de madrina.

Y así fue como apareció el encanto:

aquellos ojos grandes tan bonitos

convocaron con toda su potencia

el orgullo, hasta hoy, de ser tu tía.