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| A mi padre, mi árbol. |
El árbol
Plantado en
la tierra
tus ramas
tan grandes
me daban
abrigo.
La savia
subía
hasta la
última hoja.
Nos dabas tu
sombra.
Vivir es
bonito,
vivir es
alegre
y tú lo
sabías.
Yo era tu
niña,
tu niña
dormida
en un pecho
grande
en una voz
pura
que siempre
cantaba.
Y cuando la
vida
no era tan
buena,
tenía una
pena,
a mi árbol
volvía.
Mecida en
tus ramas
la gran
alegría:
volver a ser
tuya,
tu niña
querida.
4 comentaris:
qué bonito!
Y él lo sabía.
Melina
Si asi lo recuerdo yo. Un cuerpo grande grande que me abrazaba, una voz que cantaba, la alegría como forma de elegir vivir la vida. Gracias linda... muy hermoso
Por cierto, Inés, el primer poema y además el que da título al libro, está dedicado a ti
http://belen1962.blogspot.com.es/2013/02/segadora-segadora.html
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